lunes, 3 de diciembre de 2012

Populismo y Políticas Publicas


Se supone que las políticas públicas deben seguir el interés popular. Esto si entendemos las políticas públicas como las acciones del estado en favor de la población, y el interés popular como las necesidades e intereses de la población.

Sin embargo, esto no siempre sucede... o mejor dicho, casi nunca lo hace. Esto porque a diferencia de las personas, el "pueblo" (origen de la palabra popular), no tiene las mismas características de sus individuos. Mucho se ha estudiado de la "mentalidad de la turba", donde los individuos y el grupo en una turba hacen cosas y acciones que no harían de forma individual.

Otro problema adicional es el tiempo; las políticas públicas deben contemplar las mejores acciones, a través del tiempo, lo que la gente no suele tener en cuenta. Las demandas populares comúnmente suelen tener demandas por cosas como menores impuestos y mayores servicios; demandas que a la larga son incompatibles, pero que son posibles en el corto plazo. Las políticas públicas deben evitar seguir este tipo de demandas.

Un elemento a considerar es la complejidad. No voy a decir que las políticas públicas son demasiado complejas para la mayoría de las personas, sino todo lo contrario. Una política pública que no puede explicarse de forma relativamente breve y clara a las personas no puede ser la mejor. Pero la complejidad no es fácil de transmitir a un grupo amplio. la "turba" no es un grupo capaz de absorver y tolerar argumentos relativamente complejos, sino sólo las ideas más simples y directas; máxime cuando la "turba" se suele formar por demandas simples y generalmente urgentes. Las protestas y demandas suelen surgir frente a temas tan urgentes y sensibles, como para movilizar a una gran cantidad de gente.

Por ello, los políticos, gobiernos y la población en general no deben seguir las demandas populares sin reflexionarlo; la turba sabe menos que lo que sabe cada uno de los individuos que la conforman.

Caso Europeo

La Crisis Europea nació de un problema similar (si no el mismo). Las demandas populares de mayores servicios y menores impuestos (a través de sindicatos, empresas, y grupos populares) fueron atendidas por gobiernos populistas, que barrieron bajo el tapete las advertencias de política pública sobre el endeudamiento de largo plazo. Esta situación duró al menos desde principios de los 90's (en algunos casos casi 20 años).

Cuando la recesión originada en los EUA frenó el crecimiento de Europa, con el resto del mundo, algunos gobiernos tenían deudas insostenibles; por ejémplo: Según la OCDE, Grecia, Italia, Portugal, Irlanda y Bégica, tienen deudas gubernamentales superiores al valor total de su economía anual (PIB); y Francia, Alemania, Reino Unido y Austria, tiene deudas superiores al 75% de su PIB. Para ser exactos, las deudas son: Grecia debe 147% de su PIB, Italia (126%), Portugal (103%), Irlanda (102%) Bélgica (101%), Francia (94%), Alemania (87%), Reino Unido (82%), y Austria (79%).

Más grave que la deuda, es seguir cavando: según la misma OCDE, el déficit anual de: Irlanda (32% del PIB), Grecia (10%), Reino Unido (10%), Portugal (9%), España (9%), y Francia (7%), pone a Europa como el minero que para salir de la mina, sigue cavando para abajo.

Hoy hay protestas (muy fuertes) en contra de los recortes presupuestales; pero la realidad es que sus gobiernos están tan endeudados, que no son ya sujetos de crédito. Las tasas de interés en estos países son ya impagables para el gobierno: Grecia (9% anual), Irlanda (6%), y Portugal (5%). Estos países pagan  por su deuda intereses más altos que los que paga México por su deuda (4.8%).

Ese es el peligro de tener políticos que en lugar de hacer políticas públicas, sólo hagan políticas populistas: al final, todo se paga, y un buen gobierno deja una empresa (o gobierno) funcional, y no uno insostenible. Al final, lo que no pagamos hoy, lo pagaremos mañana (con intereses) o incluso nuestros hijos.


Cuídense.

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